Los
sistemas solares pasivos son parte integrante del diseño del edificio y tratan
de captar y acumular el calor proveniente de la energía del sol. Estos son
los principales sistemas:
1. Muro Trombe: Es un muro de gran espesor orientado al sol, construido con
materiales de gran inercia térmica como la piedra, adobe, hormigón o incluso
agua, pintado de negro o color muy oscuro por la cara exterior. Se coloca una
lámina de vidrio, que genera un efecto invernadero, por el cual la luz, al
tocar el muro lo calienta. Por este motivo se eleva la temperatura de la
superficie oscura y de la cámara de aire existente entre el muro y el vidrio. Su
funcionamiento se basa en la diferencia de densidad del aire caliente y el aire
frío, que provoca corrientes en una u otra dirección dependiendo de las
trampillas que estén abiertas. Estas corrientes de aire caliente o templado
calientan o refrescan introduciendo o extrayendo el aire caliente del edificio
o las estancias donde se instale.
2. Muro de acumulación
ventilado: similar al anterior pero que incorpora orificios en la parte
superior e inferior para facilitar el intercamio de calor entre el muro y el
ambiente mediante convección.
3. Muros de agua: son recipientes o paredes llenas de agua que forman un
sistema integrado de calefacción, al combinar captación y almacenamiento.
4. Techo de acumulación de calor: en ciertas latitudes es posible usar la superficie del
techo para captar y acumular la energía del sol. También conocidos como
estanques solares, requieren de complejos dispositivos móviles para evitar que
se escape el calor durante la noche.
No hay comentarios:
Publicar un comentario