Aislamiento de techos y muros: Utilizando materiales adecuados, se
logra que las pérdidas de calor sean mínimas a través de techos y muros. El
aislamiento resulta también importante en áreas cálidas ya que aíslan el
interior más fresco, del exterior caluroso. Otro factor importante es el grosor
de los muros ya que estos al hacer de masa térmica ayudan a atemperar las
temperaturas dentro de la casa en climas extremos
Disposición adecuada de las estancias: Mediante la correcta colocación de
muros y espacios se puede lograr un flujo natural de aire por convección que
traspase el calor de estancias que están recibiendo energía solar de manera
directa a otras que no. También en áreas o en momentos de excesivo calor se
pueden generar corrientes de aire que refresquen el ambiente del interior de la
casa.
Disposición adecuada sobre el terreno: La disposición de la casa sobre el
terreno es un factor importante. Pueden existir accidentes geográficos
naturales en el entorno de la vivienda que convengan ser aprovechados para
mejorar las condiciones ambientales en su interior. Por ejemplo en zonas muy
ventosas se puede construir la casa tras una montículo, una roca o acualquier
tipo de accidente que la proteja de los vientos dominantes. En áreas frias es
posible enterrar parte de la casa para aprovechar el calor constante del
subsuelo además de buscarse una zona muy expuesta al sol. Mientras que en áreas
cálidas resultará interesante situar la casa en zonas sombrías y entre
accidentes geográficos que canalicen corrientes de viento.
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